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7 Principios de la prevención en abuso de sustancias desde la infancia temprana.

Actualizado: 4 nov 2021



A lo largo de los últimos años, las investigaciones reflejan que promover un ambiente hogareño estable, nutrición adecuada, estimulación física y cognitiva, crianza cálida y comprensiva acompañada de una buena gestión en el aula de clases, en la primera infancia (1 a 8 años ), puede llevar a desarrollar en el niño una fuerte autorregulación.


Para cuando los niños llegan a la etapa de su adolescencia, actitudes, comportamientos, dinámica familiar, modelos de relacionamiento con otros niños que son factores claves en la propensión o prueba de sustancias, ya están muy arraigados.


Gracias a una mayor comprensión del cerebro y la neuro plasticidad, se ha podido determinar que la intervención durante la primera infancia genera los mejores resultados, teniendo en cuenta la sensibilidad del cerebro hacia las influencias de interacciones familiares y contextos sociales.






Los 7 principios de prevención de abuso de sustancias desde la primera infancia


Principio # 1


“Intervenir temprano en la infancia puede alterar la trayectoria del curso de la vida en una dirección positiva” (Kellam et al., 2008; Kitzman et al., 2010).


El abuso de sustancias en la adolescencia tiene su raíz en el desarrollo que ocurre durante el periodo prenatal y la primera infancia, si bien intervenir durante la adolescencia u otras etapas de la vida puede llegar a ser efectivo, lo es mucho más en el momento en que el desarrollo se modela mucho más fácilmente y la vida del niño se puede encaminar hacia un curso positivo.


Principio # 2


“Intervenir en la primera infancia puede aumentar los factores de protección y reducir los factores de riesgo” (August et al., 2003; Catalano et al., 2003).


Los niños que están expuestos a factores de riesgo que favorecen el consumo de sustancias, también poseen factores protectores que pueden reducir esos riesgos. Las intervenciones tienen el objetivo de inclinar la balanza hacia el fortalecimiento de cualidades que favorecen el afrontamiento y la adaptación exitosos.


Principio # 3.


Intervenir en la primera infancia puede tener efectos positivos a largo plazo (Degarmo et al., 2009; Shaw et al., 2006) .


Las intervenciones en la primera infancia ayudan a sentar las bases para favorecer factores protectores como la autorregulación positiva, que finalmente contribuyen a reducir el riesgo de consumo de drogas.


Principio # 4.


Intervenir en la primera infancia puede tener efectos en una amplia gama de comportamientos (Beets et al., 2009; Hawkins et al., 2008; Snyder et al., 2010) , incluso comportamientos no específicamente dirigidos a la intervención (Hawkins et al., 2008). al., 1999; Kellam et al., 2014; Lonczak et al., 2002) .


Debido a que los comportamientos, tanto positivos como negativos, se relacionan entre sí, las intervenciones específicas hacia la prevención de consumo de drogas en la primera infancia tienen un efecto positivo en la prevención de otro tipo de conductas inadecuadas en el niño y enfermedades mentales.


Principio # 5.


Las intervenciones en la primera infancia pueden afectar positivamente el funcionamiento biológico de los niños (Bruce et al., 2009; Fisher et al., 2007) .


Las investigaciones también han demostrado que la intervención del consumo de drogas en la infancia temprana ha tenido efectos positivos en el aspecto físico de los niños. Esto ha quedado demostrado en la regulación del cortisol (hormona del estrés) en niños que han sido intervenidos en su infancia temprana para prevenir el consumo de sustancias.


Principio # 6.


Las intervenciones de prevención de la primera infancia deben apuntar a los entornos próximos del niño (Tolan et al. , 2004; Webster-Stratton et al. , 2008) .


Siendo el entorno familiar, es el ambiente más importante para el desarrollo del niño, también a medida que el niño va creciendo, interactúa cada vez más en otros entornos como el social o el escolar. Por eso, las intervenciones deben orientarse a los entornos más relevantes acordes con su momento del desarrollo.


Principio # 7.


Afectar positivamente el comportamiento de un niño a través de la intervención temprana puede provocar comportamientos positivos en los cuidadores adultos y en otros niños, mejorando el entorno social en general (Fisher & Stoolmiller, 2008; Shaw et al. , 2009) .


El entorno social del niño va a mejorar en la medida en que suceden los cambios de comportamiento entre adultos y niños que interactúan, esto se debe a que se favorecen mutuamente. Mejorar el entorno familiar y escolar del niño logra comportamientos prosociales en el niño que benefician su desarrollo y disminuyen el riesgo de consumo de sustancias.


Hasta aquí nuestra entrega de los siete principios de prevención de abuso de sustancias desde la primera infancia.


Si quieres profundizar más en esta información puedes consultar la guía completa en el NIH ( National Institute on Drug Abuse ).


En Emotional Care tenemos las herramientas y estrategias adecuadas para ayudarte a prevenir el abuso de sustancias desde la primera infancia.


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Gracias.


Laura Ríos

Orientadora Familiar.


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