Uso adecuado de los juegos de video en menores de edad

La historia de karla y su hijo Miguel
Una historia basada en un caso real
Karla es una madre trabajadora que, en recompensa por su desempeño académico, obsequió a su hijo Miguel un ordenador gamer con todo el equipo necesario para su diversión en línea. Instalaron la máquina y al principio, todo fue felicidad para el niño y su orgullosa madre.
Miguel inició sus rutinas de juego con su mejor amigo, cabe anotar que el equipo fue instalado en el estudio de su casa y sólo le tomó 3 semanas llevarlo al interior de su habitación. ¿La razón? se conectó a nuevos amigos en línea en diferentes partes del mundo y con horarios de juego en altas horas de la noche y la madrugada.
A los 6 meses, Miguel participaba activamente en campeonatos organizados por las marcas de juegos y la comunidad a la que ya pertenecía, usaba una tarjeta de crédito amparada por Karla y había ganado USD 30 en uno de estos.
En ese momento, miguel, un niño de apenas 11 años de edad ya había declarado a su madre, amigos y familiares que su profesión sería la de gamer, se entrenaría y participaría en un team, para ello planeaba abandonar sus estudios y dedicarse a una profesión en la que ganaría millones de USD.
Karla relata que Miguel empezó a presentar episodios de ansiedad e irritabilidad. Se aisló en su habitación y sólo se le veía caminar hacia el refrigerador. Miguel ya no compartía con ella, cada vez se aislaba más y adicionalmente estaba presentando problemas de sobrepeso.
Esta historia es cada vez más común de lo que crees y se repite a diario entre menores de edad en riesgo de adicción y conductas asociadas.
Padres agobiados

Nuestro hijos se encuentran cada vez más expuestos a los riesgos que conlleva el uso de la tecnología y cada vez son más comunes frases como estas entre padres agobiados que no orientan a sus hijos en el uso adecuado de las nuevas tecnologías:
“...ya te he dicho que sueltes ese aparato y hagas tus deberes”
“...son las 2:37 de la mañana y no has pegado el ojo, ya basta”
“...ya no se que hacer con mi hijo, permanece pegado como un autómata a ese video juego”
“...estamos realmente preocupados, no encontramos la manera de solucionar el problema”
“...ahora dice que quiere ser gamer de profesión”
“...ya no sale de su habitación, se la pasa conectado al juego de video”
“...se ha vuelto, irritable, no comparte con la familia”
“...apagas ya ese aparato o te lo desaparezco”
“...si no apruebas el año, pierdes tu juego”
Algunas conductas que pueden ser síntomas de adicción a los juegos de video
Tolerancia:
Usted nota en su hijo una necesidad de aumentar la duración en el juego, la intensidad o la frecuencia de práctica para obtener el efecto deseado. Expresiones como: “puedo dejarlo cuando quiera”, “no tengo ningún problema”, “lo uso norma”, “llevo días sin jugar”, cuando todo esto no es cierto. Tratan de engañar a sus padres y se auto engañan, creyendo que todo está bajo control.
Pérdida de control:
Usted nota que su hijo debe jugar para sentirse bien y cuando no hay conexión a internet o se encuentra en un lugar donde no puede hacerlo, explota de ira para hacerle que lo lleve nuevamente a su casa a jugar.
Abandono de actividades:
El juego desplaza otras actividades de carácter obligatorio como otro tipo de aficiones
Cambios drásticos en el comportamiento:
Un problema de adicción interfiere en todos los aspectos de la vida de un menor, se presentan cambios emocionales, hábitos, rutinas de la vida diaria, cambios físicos que van a persistir mientras se mantenga la actividad adictiva.
Síndrome de abstinencia:
Usted notará que su hijo comenzará a experimentar irritabilidad, malestar, nerviosismo que sólo puede ser aliviado al volver a jugar.
10 Pautas de uso adecuado de los videojuegos
Conoce la clasificación ESRB para elegir junto a tus hijos los juegos que les gustan, teniendo en cuenta que se ajusten a sus intereses y nivel evolutivo.
Respeta las edades recomendadas para cada videojuego.
Muestra interés por los videojuegos de tus hijos.
Enseña a tus hijos a controlar el tiempo que dedican a esta actividad.
Supervisa que tus hijos no dediquen todo su tiempo libre a jugar con los videojuegos.
No es recomendable utilizar las videoconsolas como recompensa o castigo, ya que se les otorga más valor del que tienen.
Enséñales a jugar de forma sana para evitar problemas físicos.
Si observas que tu hijo se está poniendo nervioso o agresivo con un juego debes hacerle parar.
Ten en cuenta los riesgos ante desconocidos.
Activa los controles parentales de las videoconsolas de última generación.
Conclusión:
El riesgo de los videojuegos en sí, depende del contenido y el uso que se haga de ellos.
El tiempo libre es vital para el adecuado desarrollo de los menores y debe incluir una variedad de actividades como el deporte, la naturaleza, la familia, los amigos, eventos sociales y culturales.
El exceso de tiempo y el contenido de los videojuegos acarreará una serie de problemas emocionales, de conducta y físicos en los menores que aparecerán en el corto y mediano plazo.
La prevención basada en factores de protección es la mejor aproximación para evitar adicciones y conductas de riesgo en nuestros hijos.
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